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¿Qué es la Ciencia Política? Una Guía del arte de lo Político

La ciencia politica estudia el voto, entre otras areas

Desde que los seres humanos viven en comunidad, la reflexión sobre el poder ha sido una constante. Filósofos, historiadores y juristas han dedicado milenios a debatir sobre la justicia, el bien común o la mejor forma de gobierno. Sin embargo, en un momento de la historia, surgió una pretensión audaz: la de convertir este arte, lleno de pasiones e incertidumbre, en una «ciencia». ¿Es esto posible? ¿Se puede estudiar el poder con la misma objetividad con la que un astrónomo estudia las estrellas? ¿Puede el complejo y a menudo impredecible comportamiento humano ser analizado con el mismo rigor que los fenómenos de las ciencias naturales?

Esta tensión entre su herencia humanista y su aspiración científica es lo que define a la Ciencia Política. Lejos de ser un manual para políticos, es una de las ciencias sociales dedicada a analizar de forma rigurosa y sistemática el poder, el Estado y las relaciones que definen nuestra vida en común. Este artículo se adentra en el corazón de esta fascinante disciplina para responder a la pregunta fundamental sobre qué es la Ciencia Política, explorar su estatus científico, desgranar su método y presentar sus principales enfoques. Un viaje desde el positivismo hasta los debates contemporáneos para entender cómo se produce el conocimiento sobre la política.



¿Qué es la Ciencia Política?

La Ciencia Política es la disciplina de las ciencias sociales que estudia la teoría y la práctica de la política, los sistemas y los comportamientos políticos en la sociedad. Su objeto de estudio es «la política», entendida como la actividad colectiva que busca regular los conflictos entre grupos y cuyo resultado es la adopción de decisiones que obligan a los miembros de una comunidad (Diz, Lois y Novo, 2012).

Aunque la reflexión sobre la política es tan antigua como la filosofía, la Ciencia Política como disciplina institucionalizada es relativamente reciente, consolidándose a finales del siglo XIX y principios del XX. Su desarrollo implicó diferenciarse de otros campos de las humanidades con los que comparte intereses:

  • Frente a la Filosofía Política: La Ciencia Política se centra en el análisis de la realidad empírica (el «ser»), excluyendo el juicio moral sobre cómo deberían ser las cosas (el «deber ser»), que es el terreno de la filosofía.
  • Frente al Derecho: Mientras que el derecho se enfoca en el proceso legal y la normativa formal, a la Ciencia Política le interesa el proceso real, las relaciones de poder efectivas que operan dentro y fuera del marco legal.
  • Frente a la Historia: La historia busca un conocimiento detallado de realidades específicas en el espacio y en el tiempo. La Ciencia Política, en cambio, utiliza los datos históricos para identificar regularidades, formular generalizaciones y construir teorías con poder explicativo más allá del caso concreto (Diz, Lois y Novo, 2012, p. 14).

¿Es «Científica» la Ciencia de la Política?

Esta es una de las preguntas más persistentes y debatidas. La desconfianza sobre su carácter científico surge al compararla con el modelo de las ciencias naturales (física, química, biología). La Ciencia Política, como el resto de las ciencias sociales, enfrenta desafíos que no existen en el mundo natural:

  • Imposibilidad de Experimentación: Por razones éticas y prácticas, un politólogo no puede «repetir» unas elecciones cambiando una variable (como el sistema electoral) para ver qué ocurre. No se pueden alterar deliberadamente las condiciones de vida de una población para estudiar si aumenta la protesta social.
  • El Factor Humano: Las acciones humanas no están regidas por leyes deterministas como los fenómenos físicos. Las intenciones, los valores y las creencias de las personas condicionan su comportamiento, lo que añade una capa de complejidad que no tiene el estudio de la materia inerte.
  • El Observador es Parte del Sistema: El conocimiento que genera un politólogo puede influir en la propia realidad que estudia. Por ejemplo, la publicación de una encuesta de intención de voto puede alterar el comportamiento de los electores.

Estas dificultades se hicieron especialmente patentes durante el auge del positivismo, una corriente filosófica que buscaba aplicar el método de las ciencias naturales a todos los campos del saber. La Ciencia Política tuvo problemas para adaptarse a este paradigma que exigía leyes causales universales. Sin embargo, con el tiempo, se ha consolidado la idea de que, aunque no pueda funcionar con el determinismo de la física, sí es una ciencia porque utiliza un método sistemático para generar conocimiento válido y fiable sobre su objeto de estudio.

El Método Científico en las Ciencias Sociales y en la Ciencia Política

Lo que unifica a la Ciencia Política y le otorga su carácter científico es el método científico, no su objeto de estudio. Este método, adaptado a la realidad social, se diferencia de otras formas de conocimiento (como la opinión o la intuición) en tres aspectos fundamentales:

  • Descansa en la Observación Sistemática: Busca obtener conclusiones con un cierto grado de generalidad a partir de la recopilación sistemática de información empírica.
  • Produce Conclusiones Provisionales: El conocimiento científico siempre es incierto y está sujeto a ser refutado por nueva evidencia. No produce verdades absolutas, sino certezas razonables.
  • Es un Conocimiento Público y Transmisible: El método y los resultados deben ser transparentes y replicables por otros investigadores para garantizar su validez.

El proceso de investigación en Ciencia Política sigue una serie de fases, que incluyen la formulación de una teoría y una hipótesis, la conversión de los conceptos en variables observables, la elección de una estrategia de investigación (cuantitativa, cualitativa o mixta) y, finalmente, la recopilación e interpretación de los datos para verificar la hipótesis inicial (Diz, Lois y Novo, 2012).

Enfoques y Principales Líneas de la Ciencia Política

A lo largo de su desarrollo, la Ciencia Política ha generado diversos enfoques teóricos que ponen el acento en distintas variables para explicar la realidad. Tres de los más influyentes son:

  • El Conductismo (Behavioralism): Surgido a mediados del siglo XX, supuso una revolución al desplazar el foco de los estudios jurídico-formales hacia el comportamiento observable de los individuos. Su pregunta central es: ¿por qué la gente se comporta políticamente como lo hace? Se centra en el estudio del voto, la participación y la socialización política.
  • La Elección Racional (Rational Choice): Este enfoque, importado de la economía, parte del supuesto de que los actores políticos (votantes, partidos, etc.) actúan de forma racional para maximizar su propia utilidad o beneficio. Analiza la política como un mercado donde se intercambian bienes y se toman decisiones estratégicas.
  • El Nuevo Institucionalismo: Tras décadas de conductismo, este enfoque «redescubrió» la importancia de las instituciones. Sostiene que las reglas del juego (constituciones, leyes electorales, normas informales) no son un simple decorado, sino que tienen un papel crucial en la configuración del comportamiento de los actores y, por tanto, en los resultados políticos.

Entonces, ¿qué es la Ciencia Política? Es el esfuerzo sistemático por comprender, explicar y analizar la política utilizando un método científico. No es una ciencia natural, sino una ciencia social con sus propios retos y herramientas. Su valor no reside en predecir el futuro como si fuera un horóscopo, sino en proporcionarnos un conocimiento riguroso que nos permita entender las causas de los fenómenos políticos, el funcionamiento de nuestras instituciones y las lógicas que mueven a los actores.

En un mundo saturado de opiniones y desinformación, la Ciencia Política nos ofrece un ancla en la evidencia y el análisis razonado. Nos enseña a formular las preguntas correctas y nos dota de los instrumentos para buscar respuestas fundamentadas. Es, en definitiva, una disciplina indispensable no solo para los académicos, sino para cualquier ciudadano que aspire a participar en la vida pública con una conciencia crítica e informada.


Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿Cuál es la principal diferencia entre Ciencia Política y Filosofía Política?

La principal diferencia radica en su enfoque. La Ciencia Política es una ciencia empírica que busca describir y explicar la realidad política tal como es. La Filosofía Política es una disciplina normativa, perteneciente a las humanidades, que reflexiona sobre cómo debería ser la política, explorando conceptos como la justicia o el gobierno ideal.

2. ¿Por qué la Ciencia Política no puede hacer experimentos como las ciencias naturales?

Principalmente por dos motivos: éticos y prácticos. Sería éticamente inaceptable, por ejemplo, provocar una crisis económica para estudiar sus efectos en la estabilidad de una democracia. Prácticamente, es imposible controlar todas las variables que influyen en un fenómeno social complejo, como unas elecciones, lo que impide replicar un experimento en condiciones idénticas.

3. ¿Qué es el positivismo y cómo influyó en la Ciencia Política?

El positivismo es una corriente filosófica que sostiene que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que este solo puede surgir de la aplicación del método de las ciencias naturales. Influyó en la Ciencia Política generando una fuerte presión para que se convirtiera en una ciencia «dura», basada en leyes causales y cuantificación, lo que inicialmente generó un debate sobre si era posible estudiar científicamente el comportamiento humano de esa manera.

4. ¿Puede la Ciencia Política predecir quién ganará unas elecciones?

No. La Ciencia Política no predice el futuro. Lo que hace es identificar patrones, regularidades y relaciones de causalidad probables. A través de herramientas como las encuestas, puede estimar resultados electorales con un margen de error, pero su objetivo principal no es la predicción, sino la explicación de por qué ocurren los fenómenos políticos.

5. ¿Cuáles son las principales áreas de estudio dentro de la Ciencia Política?

La disciplina se divide en varias subáreas interconectadas, entre las que destacan: la Teoría Política (estudio de ideas y conceptos), la Política Comparada (comparación entre sistemas políticos), las Relaciones Internacionales (estudio de la política entre Estados), las Políticas Públicas (análisis de las decisiones del gobierno) y el Comportamiento Político (estudio de la participación, el voto, etc.).


Referencias

  • Diz, I., Lois, M., & Novo, A. (2012). Ciencia política contemporánea. Editorial UOC.
  • Vallès, J. M. (2020) ¿Para qué servimos los politólogos?. Ed. Catarata
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Santi Hernandez

Politólogo y divulgador científico. Creador de Política (con)ciencia

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