Descubre las causas de la crisis de vivienda en España y Europa, explora las medidas políticas implementadas y reflexiona sobre si la vivienda es un derecho fundamental o un lujo.
La vivienda, uno de los pilares fundamentales para la estabilidad social y el desarrollo personal, enfrenta una crisis sin precedentes en Europa y, especialmente, en España. Con un aumento del 47% en los precios de la vivienda durante la última década en muchas áreas de la Unión Europea, el acceso a una vivienda digna se ha convertido en un desafío tanto económico como político (Parlamento Europeo, 2024). Este artículo analizará las causas estructurales, las respuestas políticas y el debate en torno a si la vivienda debe considerarse un derecho o un lujo, ofreciendo claves para comprender y afrontar esta problemática.
Tabla de Contenidos
Diagnóstico: ¿Por qué la vivienda es cada vez más cara?
Para entender la raíz del problema, el papel de los gobiernos en la regulación del mercado afecta directamente al precio y la disponibilidad de vivienda.
El precio de la vivienda en España ha experimentado un aumento sostenido, especialmente en las grandes ciudades y áreas turísticas. Rafael Doménech (2024) identifica varios factores detrás de este fenómeno:
- Escasez de suelo finalista: A pesar de la disponibilidad de terrenos, los procesos administrativos y legales para urbanizar son excesivamente largos y complejos, lo que limita la oferta.
- Regulaciones inciertas: Cambios constantes en las leyes de vivienda desincentivan la inversión privada.
- Reducción de la vivienda protegida: De las 70,000 viviendas anuales construidas entre 1995 y 2010, esta cifra ha caído a unas 13,000 desde 2021.
- Incremento del turismo: Las viviendas turísticas han absorbido una porción significativa del mercado inmobiliario, contribuyendo al aumento de los precios (Doménech, 2024, p. 3).
En el contexto europeo, la situación no es menos alarmante. La UE ha identificado una creciente brecha entre la oferta y la demanda de viviendas asequibles, que afecta particularmente a los grupos más vulnerables, como los jóvenes y los inmigrantes (Parlamento Europeo, 2024).
Respuestas de España y la UE a la emergencia habitacional
La Unión Europea
La Unión Europea ha implementado varias medidas para abordar esta crisis. El «Informe sobre el acceso a una vivienda digna y asequible» (2020) propone fomentar la inversión en vivienda social, mejorar el acceso a financiación asequible y establecer mecanismos para limitar la especulación en el mercado inmobiliario (Parlamento Europeo, 2020). Además, se han impulsado programas de asistencia para personas en riesgo de exclusión habitacional, como subsidios directos y la promoción de viviendas sociales. Sin embargo, como subraya Úrsula von der Leyen en su discurso ante el Parlamento Europeo en 2024, el éxito de estas iniciativas depende de la colaboración efectiva entre los Estados miembros y del respeto a sus competencias nacionales, así como de un compromiso firme para abordar las desigualdades regionales en el acceso a la vivienda.
El caso de España
En España, la Ley por el Derecho a la Vivienda (LDV) de 2023 ha generado un controvertido debate. Juan Carlos Gavara de Cara (2024) destaca que, aunque la LDV refuerza el principio de la función social de la vivienda, también enfrenta críticas por la falta de medidas concretas y su excesiva dependencia de las comunidades autónomas. Este marco descentralizado ha resultado en una aplicación desigual de las políticas, creando disparidades significativas entre regiones. Además, el limitado parque de vivienda social en España, que representa apenas el 2.5% del total, contrasta con el promedio del 9% en la UE. Este dato subraya una política pública insuficiente para abordar la crisis estructural, lo que obliga a reconsiderar estrategias como el aumento de la inversión pública, la incentivación del alquiler asequible y la regulación del mercado para evitar su continua especulación (de Cara, 2024, p. 45).
El acceso a la vivienda: ¿Cómo hacerlo efectivo para todos?
Reflexionar sobre este tema requiere considerar mejoras democráticas, fundamentales para garantizar derechos como el acceso a la vivienda. La vivienda está reconocida como un derecho en varias normativas internacionales, como el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 47 de la Constitución Española. Sin embargo, como señala Gavara de Cara (2024), este derecho en España se enmarca como un principio rector de la política social y económica, lo que limita su aplicación efectiva. La definición de la vivienda como un derecho de prestación exige una acción positiva por parte de los poderes públicos, como la regulación del uso del suelo para evitar la especulación y el aumento del parque de vivienda social. Sin embargo, al no ser un derecho subjetivo directamente exigible, los ciudadanos no pueden reclamar su cumplimiento directo ante los tribunales a menos que las condiciones específicas estén recogidas en leyes como la Ley 12/2023.
Además, la dimensión objetiva del derecho a la vivienda obliga a los poderes públicos a crear condiciones necesarias para su efectividad. Esto incluye medidas como la reserva de suelo para vivienda protegida, que ha demostrado ser insuficiente en España debido a la falta de armonización normativa entre el Estado y las comunidades autónomas. En comparación con otros países como Alemania y Brasil, donde existen mecanismos claros de control por omisión para garantizar la acción del legislador, España carece de herramientas similares, lo que dificulta garantizar la efectividad de este derecho. Este contexto evidencia cómo la falta de claridad legislativa y los conflictos competenciales han contribuido a agravar la crisis de la vivienda.

Desde la perspectiva política, es crucial equilibrar los derechos de los propietarios con las necesidades de los inquilinos, fomentar la inversión en vivienda social y garantizar una regulación estable que inspire confianza en el mercado. Además, es indispensable reflexionar sobre el papel de la vivienda como un derecho fundamental y no como un lujo, promoviendo políticas que prioricen la equidad y la sostenibilidad.
La pregunta final queda abierta para el lector: Si la vivienda no es un derecho exigible y no contamos con mecanismos para obligar al legislador a actuar, ¿qué pasos podemos dar como sociedad para garantizar una solución a este problema esencial para una vida digna? Hemos de pararnos a pensar sobre cómo construir un marco legal y político que haga de la vivienda una prioridad real y alcanzable. Este desafío nos invita a considerar qué cambios estructurales son necesarios para transformar la vivienda en una garantía real y efectiva.
Referencias
- Doménech, R. (2024). La escasez de vivienda en España. Actualidad Económica, 21 de julio de 2024.
- Gavara de Cara, J.C. (2024). El derecho a la vivienda: un terrible derecho. Problemática de su dimensión objetiva en la Ley por el Derecho a la Vivienda. Revista de Derecho Político, 119(1), 41-70.
- Parlamento Europeo. (2020). Informe sobre el acceso a una vivienda digna y asequible para todos (A9-0247/2020). https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/A-9-2020-0247_ES.html
- Parlamento Europeo. (2024). El aumento del coste de la vivienda en la Unión Europea (infografía). Disponible en: El aumento del coste de la vivienda en la Unión Europea (infografía) | Temas | Parlamento Europeo
- Von der Leyen, Úrsula. (2024). Statement at the European Parliament Plenary by President Ursula von der Leyen, candidate for a second mandate 2024-2029. European Commission.https://neighbourhood-enlargement.ec.europa.eu/news/statement-european-parliament-plenary-president-ursula-von-der-leyen-candidate-second-mandate-2024-2024-07-18_en?prefLang=es