La DANA que afectó a la Comunitat Valenciana a finales de octubre de 2024 ha sido uno de los episodios climáticos más destructivos de las últimas décadas. Además de sus devastadoras consecuencias materiales y humanas, este fenómeno puso en el centro del debate político la gestión de la crisis, desvelando tanto los retos de las instituciones como las polémicas en torno a las responsabilidades políticas.
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¿Qué es una DANA? La excepcionalidad del 29 de octubre
La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) es un fenómeno meteorológico que se produce cuando una masa de aire frío queda aislada en las capas altas de la atmósfera, generando condiciones de inestabilidad extrema. Esta situación, al interactuar con aire cálido y húmedo en la superficie, provoca lluvias intensas, tormentas eléctricas y, en casos extremos, inundaciones severas.
En el episodio del 29 de octubre de 2024, la DANA alcanzó niveles excepcionales por varios factores específicos:
- Temperaturas del Mediterráneo: Según la AEMET, las aguas del Mediterráneo se encontraban hasta 3 °C por encima de su promedio histórico, lo que incrementó la humedad y amplificó la intensidad de las precipitaciones (RTVE, 12 de noviembre de 2024).
- Extensión territorial: Las lluvias no solo afectaron áreas tradicionalmente vulnerables como Alzira o Carcaixent, sino que alcanzaron zonas urbanas como Xàtiva y municipios industriales cercanos a Valencia, dejando a miles de personas sin acceso a servicios básicos (Santana, 8 de noviembre de 2024).
- Volúmenes de agua extremos: En algunas localidades de la Ribera Alta, se registraron más de 400 mm en menos de 48 horas, desbordando ríos como el Magre y el Júcar. Este desbordamiento afectó tanto a núcleos urbanos como a terrenos agrícolas, agravando las consecuencias económicas y sociales (Contreras, 12 de noviembre de 2024).
Este fenómeno no es aislado, sino un reflejo del aumento en la frecuencia e intensidad de eventos meteorológicos extremos asociados al cambio climático. La excepcionalidad de esta DANA pone de manifiesto la necesidad de reforzar la preparación institucional y las infraestructuras críticas para mitigar sus efectos.
Cartografía de las zonas inundables: Identificando las áreas más afectadas
La Ribera Alta y Baja, históricamente propensas a las inundaciones, fueron las áreas más afectadas por la DANA del 29 de octubre de 2024. Según el mapa elaborado por la Universitat de València (puedes acceder haciendo clic aquí), las zonas inundadas alcanzaron una extensión equivalente a más de cuatro veces el término municipal de Valencia. Municipios como Alzira, Carcaixent y Algemesí fueron especialmente perjudicados, con amplias áreas urbanas y agrícolas anegadas. El desbordamiento de ríos como el Magre y el Júcar agravó la situación, dejando daños materiales significativos y obligando a evacuar a miles de personas (Contreras, 12 de noviembre de 2024).
Además, localidades como Xàtiva, Sueca y Cullera también experimentaron inundaciones severas, destacando la amplia dispersión territorial del fenómeno. Las precipitaciones concentradas y las características de las cuencas hidrográficas regionales explican en gran medida la rapidez con la que el agua alcanzó niveles críticos en estas zonas.
El mapa interactivo de la Universitat de València sobre las zonas inundables de la Comunitat Valenciana se ha elaborado combinando datos hidrológicos, estudios geográficos y tecnología de cartografía avanzada. Este proyecto ha contado con la colaboración de expertos en hidrología, geografía y meteorología, así como con la participación de ciudadanos que han aportado información sobre los efectos locales de las inundaciones.
Aprovechando herramientas como SIG (Sistemas de Información Geográfica) y modelos digitales del terreno, el mapa identifica con precisión las áreas de mayor riesgo de inundación. Además, permite superponer capas de información histórica y reciente, lo que facilita el análisis del impacto de eventos como la DANA y la planificación de medidas preventivas.
Carlos Mazón: Una comparecencia bajo la lupa
El 15 de noviembre de 2024, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ofreció una comparecencia para explicar la gestión de la DANA que había devastado la Comunitat Valenciana semanas antes. En su discurso, Mazón defendió las acciones realizadas, subrayando la activación del Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones y la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que colaboró con Protección Civil para llevar a cabo evacuaciones y labores de rescate en las zonas más afectadas (Marzal, 15 de noviembre de 2024).
Sin embargo, la comparecencia de Mazón estuvo rodeada de críticas. En primer lugar, sectores de la oposición y analistas señalaron una demora en la activación del Centro de Coordinación de Emergencias (CEE), lo que afectó la respuesta inicial en municipios rurales como Algemesí y Carlet. Además, las alertas tempranas de la AEMET no se tradujeron en medidas preventivas efectivas en el territorio, a pesar de los registros históricos que indicaban la vulnerabilidad de estas zonas (Boada, 15 de noviembre de 2024).
Mazón justificó estas carencias aludiendo a una falta de recursos económicos y logísticos transferidos por el Gobierno central. Según el presidente, la Generalitat no había recibido los fondos necesarios para reforzar infraestructuras críticas, una afirmación que el Ejecutivo de Pedro Sánchez desmintió posteriormente, asegurando que la financiación estaba disponible antes de la DANA (Aranque, 9 de noviembre de 2024).
Otro aspecto polémico de la comparecencia fue la falta de autocrítica. Aunque Mazón destacó la eficacia de la UME y Protección Civil, evitó reconocer los fallos en la planificación previa o en la coordinación con los ayuntamientos. Estas omisiones generaron dudas sobre la transparencia de la Generalitat en la gestión de la crisis (Rozas, 1 de noviembre de 2024).
A pesar de las críticas, Mazón enfatizó algunos logros durante la crisis. Destacó el despliegue coordinado de más de 500 efectivos de la UME, que lograron evacuar a más de 3,000 personas en menos de 48 horas. Además, mencionó el restablecimiento de servicios esenciales como electricidad y agua potable en tiempo récord en municipios como Alzira y Sueca, donde la devastación había sido particularmente severa (Marzal, 15 de noviembre de 2024).
Competencias y responsabilidades compartidas: Un entramado institucional clave
La gestión de emergencias como la DANA en la Comunitat Valenciana requiere la intervención de diversos organismos con competencias específicas en áreas como la meteorología, la hidrología, la protección civil y la planificación urbana. La complejidad de este entramado institucional ha sido objeto de debate tras los impactos de la DANA del 29 de octubre de 2024, donde las acciones preventivas y reactivas han revelado más carencias que aspectos positivos.
AEMET: La primera línea de alerta meteorológica
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) es el organismo encargado de emitir avisos meteorológicos en todo el territorio español. Para la DANA de octubre, la AEMET activó el aviso rojo en las comarcas de la Ribera Alta y Baja con 48 horas de antelación, alertando sobre lluvias torrenciales con acumulaciones superiores a 300 mm (Fava, 30 de octubre de 2024).
Sin embargo, la eficacia de las alertas depende de la capacidad de las autoridades locales y autonómicas para interpretar y actuar sobre esta información. En este caso, aunque las predicciones fueron precisas, la activación tardía de medidas preventivas en varias localidades afectadas ha sido motivo de crítica, revelando una brecha entre la predicción meteorológica y la respuesta operativa (Boada, 15 de noviembre de 2024).
CHJ: La gestión de los recursos hídricos
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) tiene competencias sobre la supervisión de cuencas hidrográficas clave en la Comunitat Valenciana, incluyendo ríos como el Júcar y el Magre, que protagonizaron los desbordamientos más graves durante la DANA. Entre sus funciones destacan:
- Monitorización de caudales: Durante el episodio, la CHJ emitió informes sobre el riesgo de desbordamiento de varias presas y ríos, pero las alertas no llegaron a traducirse en acciones de contención suficientes en zonas rurales.
- Mantenimiento de infraestructuras: El estado de canales, presas y embalses fue puesto en cuestión, especialmente en áreas donde los sistemas de drenaje resultaron insuficientes para manejar la acumulación de agua (Contreras, 18 de noviembre de 2024).
Aunque la CHJ activó protocolos de emergencia, la coordinación con los ayuntamientos y el CEE resultó insuficiente en varios puntos críticos y se ha centrado principalmente en el peligro de que desbordamiento de la presa del Forata, sin capacidad ni prevención suficiente para anticiparse a la crecida de agua que se venía gestando desde el barranco del Poyo, lo que pone en entredicho la configuración de las comunicaciones interinstitucionales y la respuesta a emergencias.
Protección Civil: Coordinación y respuesta en terreno
Protección Civil, bajo la dirección de la Generalitat Valenciana, desempeñó un papel crucial en la respuesta inmediata durante la DANA. Este organismo lideró las evacuaciones en municipios como Algemesí y Sueca, movilizando efectivos y recursos para atender a las zonas más afectadas.
No obstante, su capacidad de respuesta también estuvo condicionada por la falta de simulacros recientes y la escasez de recursos en ciertas comarcas. Además, se detectaron fallos en la comunicación con los consorcios provinciales de bomberos, lo que ralentizó las labores de rescate en los primeros momentos críticos (Rozas, 1 de noviembre de 2024).
Los niveles de alerta y su impacto en la gestión
El Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones establece tres niveles de alerta según la gravedad del fenómeno:
- Nivel 1: Riesgo limitado que puede ser manejado a nivel local.
- Nivel 2: Fenómenos de impacto regional que requieren la activación del Centro de Coordinación de Emergencias (CEE).
- Nivel 3: Situaciones de extrema gravedad que implican una respuesta nacional y la posibilidad de solicitar asistencia internacional. Además, ante situaciones climáticas clave, el Estado podría asumir exclusivamente las competencias declarando un estado de alarma, facultad concedida por el artículo 116 de la Constitución y por la Ley 4/1981, de los estados de alarma, excepción y sitio.
Durante la DANA, se activó únicamente el nivel 2, lo que significa que la Generalitat asumió el control de las operaciones sin recurrir a la intervención directa del Estado ni a recursos adicionales a gran escala (Scribd, 2024). Este hecho ha sido objeto de críticas, ya que la magnitud del fenómeno, con múltiples desbordamientos y evacuaciones masivas, podría haber justificado la activación del nivel 3 para garantizar una respuesta más rápida y eficiente (Santana, 8 de noviembre de 2024).
Cronología de la DANA: Del aviso a las consecuencias
La gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana estuvo marcada por una sucesión de eventos que revelaron tanto la rapidez con la que se desarrolló el fenómeno como las limitaciones en la respuesta inicial. A continuación, se detalla el desarrollo de los hechos y las decisiones clave tomadas en cada momento.
28 de octubre: La primera advertencia
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió un aviso naranja para la Ribera Alta y Baja, indicando la posibilidad de lluvias intensas en las próximas 48 horas. Los modelos meteorológicos comenzaron a mostrar un rápido deterioro de las condiciones atmosféricas, pero las instituciones locales no activaron medidas preventivas más allá de las recomendaciones básicas (Fava, 30 de octubre de 2024).
29 de octubre: La DANA golpea con fuerza
A primeras horas del 29 de octubre, la AEMET elevó el nivel de alerta a rojo, alertando sobre precipitaciones torrenciales que podrían superar los 300 mm. Las lluvias comenzaron en la madrugada, y para el mediodía, los ríos Magre y Júcar habían comenzado a desbordarse en múltiples puntos.
- En Algemesí, más de 500 viviendas fueron inundadas en cuestión de horas.
- En Alzira, los servicios de emergencia se vieron desbordados debido al rápido avance de las aguas, que dejaron incomunicadas varias zonas rurales.
- El Centro de Coordinación de Emergencias (CEE) activó el nivel 2 del Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones al mediodía, pero las evacuaciones comenzaron de forma desigual según los municipios.
30 de octubre: La respuesta institucional
Durante la jornada del 30 de octubre, la Generalitat Valenciana solicitó el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que desplegó más de 500 efectivos en las áreas más afectadas.
Las operaciones de rescate se centraron en municipios como Carcaixent y Sueca, donde las aguas alcanzaron alturas de más de 1 metro en algunas calles.
Al mismo tiempo, se instalaron centros de acogida temporal para evacuar a más de 3,000 personas afectadas por las inundaciones.
La UME y Protección Civil trabajaron de forma coordinada para restablecer servicios básicos como el suministro eléctrico y el acceso a carreteras principales bloqueadas por los desbordamientos (Marzal, 15 de noviembre de 2024).
31 de octubre al 1 de noviembre: Evaluación de daños
Con el cese de las lluvias el 31 de octubre, las autoridades comenzaron a evaluar el impacto de la DANA. El balance inicial incluyó:
- Más de 50,000 hectáreas agrícolas dañadas, con pérdidas económicas que superaron los 120 millones de euros.
- Infraestructuras críticas afectadas, como carreteras y sistemas de drenaje en localidades como Sueca y Algemesí.
- La Generalitat anunció ayudas económicas inmediatas para los damnificados, mientras que los ayuntamientos comenzaron las labores de limpieza y reconstrucción en sus respectivos municipios (Contreras, 18 de noviembre de 2024).
Principales responsables políticos: Claves de la gestión y la coordinación
La gestión de la DANA en la Comunitat Valenciana estuvo marcada por las responsabilidades asignadas en el Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones, que establece directrices claras para prevenir y actuar ante emergencias como esta. Sin embargo, la respuesta real estuvo lejos de cumplir con el diseño ideal del plan, generando críticas y dejando interrogantes sobre la coordinación y la eficacia de las instituciones implicadas.
Aspectos clave del Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones
El Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones, aprobado en 2021, es la herramienta principal para la gestión de emergencias relacionadas con lluvias intensas en la Comunitat Valenciana. Este documento tiene como objetivo minimizar el impacto humano, económico y medioambiental de las inundaciones mediante. Puede acceder al enlace, aquí.
Evaluación y prevención:
- Uso de mapas de zonas inundables y estudios hidrológicos para identificar áreas de riesgo.
- Inspección periódica de infraestructuras críticas, como presas, diques y sistemas de drenaje.
- Formación de personal técnico y simulacros periódicos en municipios con mayor vulnerabilidad.
Actuación previa a la emergencia:
- Activación de niveles de alerta según los avisos de la AEMET. El plan contempla la movilización de recursos locales desde el aviso naranja, mientras que el aviso rojo requiere la coordinación autonómica a través del Centro de Coordinación de Emergencias (CEE).
- Evacuaciones preventivas en áreas identificadas como de alto riesgo.
Gestión durante la emergencia:
- Supervisión centralizada por el CEE, que debe coordinar las acciones de Protección Civil, ayuntamientos y consorcios de bomberos.
- Posibilidad de solicitar el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME) si el nivel de alerta escala a 3, lo que implica una coordinación nacional.
Reevaluación posterior:
- Inspección de daños, gestión de ayudas económicas y revisión de las medidas adoptadas para mejorar la respuesta futura.
Lo que ocurrió durante la DANA
Aunque el Plan Especial establece directrices claras, la gestión real durante la DANA del 29 de octubre de 2024 evidenció varios fallos:
Tardanza en la activación del CEE: A pesar de que la AEMET emitió un aviso rojo con antelación, el Centro de Coordinación de Emergencias no activó de forma inmediata los protocolos del nivel 2. Esta demora fue crucial en localidades como Algemesí y Alzira, donde las inundaciones ya habían comenzado antes de que se movilizaran los equipos de rescate.
Falta de evacuaciones preventivas: Aunque el plan contempla evacuaciones preventivas en áreas de riesgo, estas solo comenzaron después de que las lluvias alcanzaran su máxima intensidad. En municipios como Carcaixent, esto dejó a cientos de personas atrapadas en sus viviendas, lo que complicó las tareas de rescate (Boada, 15 de noviembre de 2024).
Problemas de coordinación interinstitucional: La comunicación entre los ayuntamientos, el CEE y los consorcios provinciales de bomberos fue irregular, lo que ralentizó la movilización de recursos. Además, algunos municipios no contaban con planes locales actualizados ni con el equipo necesario para hacer frente a la magnitud del desastre (Santana, 8 de noviembre de 2024).
La intervención de la UME: Una respuesta tardía pero eficaz
La Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegó más de 500 efectivos en las áreas más afectadas por la DANA. Sus operaciones incluyeron:
- Evacuaciones en zonas rurales y urbanas donde las aguas habían alcanzado niveles críticos.
- Restablecimiento de servicios básicos como electricidad y agua potable en municipios como Sueca y Cullera.
- Tareas de limpieza y apertura de carreteras bloqueadas por las inundaciones.
No obstante, la intervención de la UME se activó con un notable retraso. Aunque el nivel 2 del Plan permite solicitar su despliegue en circunstancias excepcionales, la Generalitat no lo solicitó hasta la tarde del 30 de octubre, cuando el impacto de la DANA ya era severo (Marzal, 15 de noviembre de 2024). Este retraso se atribuye a:
- Falta de celeridad en la coordinación autonómica: La Generalitat tardó en evaluar la magnitud del desastre y en reconocer la necesidad de apoyo externo.
- Limitaciones logísticas: La UME tiene bases en diferentes puntos de España, y el tiempo de respuesta para movilizar efectivos y equipos a la Comunitat Valenciana fue mayor de lo esperado.
- Retrasos en la petición formal: Según fuentes de Moncloa, la solicitud oficial por parte de la Generalitat llegó más tarde de lo necesario, lo que complicó la capacidad de reacción inmediata (Aranque, 9 de noviembre de 2024).
A pesar de estos contratiempos, la UME fue elogiada por su eficiencia una vez desplegada, demostrando la importancia de contar con recursos especializados en situaciones de emergencia.
Reflexiones y puntos de debate: Lecciones de la DANA en Valencia
La DANA que golpeó la Comunitat Valenciana no solo dejó daños materiales y humanos, sino que también abrió debates fundamentales sobre la preparación y respuesta ante emergencias climáticas. Este análisis aborda las implicaciones institucionales, sociales y climáticas del evento.
Imprevisibilidad y preparación ante fenómenos extremos
Los fenómenos como la DANA son imprevisibles en su comportamiento exacto. Aunque las herramientas meteorológicas actuales, como los modelos de predicción de la AEMET, permitieron anticipar lluvias torrenciales con días de antelación, no es posible prever con exactitud el alcance geográfico o la magnitud del impacto en cada zona.
En este contexto, la planificación debe centrarse no solo en la predicción, sino también en la creación de una infraestructura flexible que permita respuestas rápidas y eficaces. Esto incluye simulacros regulares, inventarios actualizados de recursos, y la formación continua de los equipos encargados de la gestión de emergencias (Boada, 15 de noviembre de 2024; Santana, 8 de noviembre de 2024).
Competencias y los retos de la descentralización
La descentralización de competencias en España permite a las comunidades autónomas y municipios gestionar emergencias de forma más cercana. Sin embargo, la falta de coordinación y comunicación efectiva entre los diferentes niveles de gobierno puede ser perjudicial en situaciones críticas.
En el caso de la DANA, la Generalitat Valenciana asumió el control de la emergencia bajo el nivel 2 del Plan Especial, sin llegar a activar el nivel 3 que permite el apoyo directo del Gobierno central. Esta decisión retrasó el despliegue de la UME y limitó el acceso a recursos adicionales (Fava, 30 de octubre de 2024).
La descentralización debe ir acompañada de mecanismos de cooperación claros y eficientes. Experiencias anteriores, como la gestión del estado de alarma durante el COVID-19, han demostrado que una burocracia excesiva o decisiones fragmentadas pueden ralentizar la acción, dejando a los ciudadanos en una posición vulnerable (Santana, 8 de noviembre de 2024).
Educación y mecanismos de alerta más eficaces
La educación ciudadana y los sistemas de alerta son herramientas fundamentales para reducir la vulnerabilidad ante emergencias climáticas. Aunque la AEMET emitió avisos con antelación, muchas personas no actuaron de manera preventiva, ya sea por desconocimiento o por subestimar la gravedad del fenómeno.
Algunos expertos proponen estrategias discursivas más impactantes, como la adopción de nombres para estos eventos, al estilo de “Filomena”, para captar la atención pública y destacar su excepcionalidad. Además, sería útil implementar campañas educativas periódicas que enseñen a la población cómo actuar en situaciones de riesgo (Boada, 15 de noviembre de 2024).
Las exenciones de responsabilidades: Excusas y omisiones
La comparecencia de líderes como la consellera de Interior y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, estuvo marcada por excusas y exenciones de responsabilidades. Ambos argumentaron que la magnitud de la DANA era imprevisible y que la falta de recursos transferidos por el Gobierno central limitó la respuesta autonómica.
Sin embargo, estas afirmaciones han sido cuestionadas. La falta de autocrítica y la ausencia de un análisis estructurado para identificar errores subrayan la necesidad de crear una comisión independiente que estudie el suceso. Solo a través de un análisis riguroso se podrán implementar mejoras efectivas para futuras emergencias (Rozas, 1 de noviembre de 2024).
El desamparo tras la emergencia
Los días posteriores a la DANA estuvieron marcados por una percepción de desamparo en muchas comunidades afectadas. La movilización de recursos y efectivos tardó hasta cinco días en llegar a ciertas localidades, dejando a miles de personas sin asistencia adecuada en momentos críticos.
Comunicaciones ineficaces: Aunque el plan incluye el envío de SMS masivos para alertar a la población, esta medida no se implementó adecuadamente, generando confusión entre los ciudadanos (Boada, 15 de noviembre de 2024).
Falta de coordinación interinstitucional: Los retrasos en la comunicación entre ayuntamientos, la Generalitat y el Gobierno central complicaron la movilización de recursos.
Infraestructuras dañadas: Carreteras bloqueadas y cortes eléctricos dificultaron el acceso a áreas críticas como Algemesí y Sueca (Contreras, 18 de noviembre de 2024).
Subestimación del evento: Las autoridades se centraron inicialmente en infraestructuras mayores, como la presa del Forata, dejando desatendidas zonas críticas como el Barranco del Poyo, que jugó un papel clave en las inundaciones.
Urbanización en zonas inundables: Un riesgo asumido
La construcción en áreas reconocidas como inundables, especialmente en el litoral valenciano, ha exacerbado los daños de fenómenos como la DANA. La falta de planificación urbanística sostenible y el crecimiento descontrolado en zonas de riesgo son problemas recurrentes que requieren atención urgente.
Prohibir nuevas construcciones en áreas de alto riesgo e invertir en infraestructuras resilientes son pasos necesarios para minimizar el impacto de futuros desastres climáticos (Santana, 8 de noviembre de 2024).
Cambio climático: Un desafío ineludible
El cambio climático está intensificando la frecuencia y gravedad de fenómenos como la DANA. En regiones mediterráneas como la Comunitat Valenciana, donde las temperaturas del mar superan cada vez más los promedios históricos, estos eventos son cada vez más destructivos.
La adaptación al cambio climático debe ser una prioridad, combinando estrategias de mitigación, como la reducción de emisiones, con medidas de adaptación para mejorar la resiliencia ante emergencias climáticas (RTVE, 12 de noviembre de 2024).
El papel del voluntariado: Heroísmo desorganizado
El voluntariado fue fundamental durante la DANA, con cientos de personas movilizándose para ayudar en labores de limpieza y distribución de alimentos. Sin embargo, la falta de organización y coordinación limitó su impacto, dejando sin atender áreas críticas.
Integrar el voluntariado en los planes de emergencia y ofrecer formación específica son pasos necesarios para optimizar su eficacia en futuras crisis (Marzal, 15 de noviembre de 2024).
Referencias
- Aranque, P. (9 de noviembre de 2024). Moncloa dejó a Mazón al frente de la gestión de la DANA pese a saber que la Generalitat Valenciana iba tarde con la gestión del temporal. Infobae. https://www.infobae.com/espana/2024/11/09/moncloa-dejo-a-mazon-al-frente-de-la-gestion-de-la-dana-pese-a-saber-que-la-generalitat-valenciana-iba-tarde-con-la-gestion-del-temporal/
- Boada, G. (15 de noviembre de 2024). Mazón y la DANA en Valencia: Fact-check de mentiras y verdades del PP tras su comparecencia. El Periódico. https://www.elperiodico.com/es/politica/20241115/mazon-dana-valencia-fact-check-mentiras-verdades-pp-comparecencia-111663776
- Contreras, V. (12 de noviembre de 2024). DANA en Valencia: La zona inundada supera cuatro veces el término de Valencia. Levante-EMV. https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2024/11/12/dana-valencia-la-zona-inundada-supera-cuatro-veces-el-termino-de-valencia-cartografia-111605143.html
- Contreras, V. (18 de noviembre de 2024). Cartografía de la riada: El río Magre y la devastación en la Ribera. Levante-EMV. https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2024/11/18/dana-en-valencia-cartografia-de-la-riada-2-magre-el-rio-que-llevo-la-devastacion-a-la-ribera-111732860.html
- Fava, P. (30 de octubre de 2024). ¿Qué pasa cuando la AEMET emite un aviso rojo de riesgo meteorológico extremo?. El Español. https://www.elespanol.com/ciencia/meteorologia/20241030/pasa-aemet-emite-aviso-rojo-riesgo-meteorologico-extremo-sistema-no-rapido/897410729_0.html
- Marzal, M. (15 de noviembre de 2024). Cronología de lo ocurrido el día de la DANA en Valencia según Mazón. Levante-EMV. https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2024/11/15/cronologia-ocurrido-dia-dana-valencia-segun-mazon-111728960.html
- RTVE. (12 de noviembre de 2024). Las aguas recalentadas del Mediterráneo contribuyeron a que la DANA en Valencia fuera más destructiva. RTVE Noticias. https://www.rtve.es/noticias/20241112/aguas-recalentadas-mediterraneo-contribuyeron-dana-valencia-mas-destructiva-nasa/16327480.shtml
- Santana, A. (8 de noviembre de 2024). Cronología de un desastre: De los primeros momentos de la DANA a la indignación en Valencia. France24. https://www.france24.com/es/europa/20241108-cronolog%C3%ADa-de-un-desastre-de-los-primeros-momentos-de-la-dana-a-la-indignaci%C3%B3n-en-valencia
- Scribd. (2024). Plan Especial frente al Riesgo de Inundaciones en la Comunitat Valenciana. Scribd. https://es.scribd.com/document/792726740/Plan-Especial-frente-al-riesgo-de-inundaciones