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¿Qué es el poder? Manifestaciones en la vida cotidiana

El poder. Un mapa conceptual

Entiende el significado del poder, sus clasificaciones y ejemplos de su aplicación en diferentes ámbitos.

A lo largo de distintos artículos, hemos explorado qué es la política y cómo influye en la sociedad. Sin embargo, este concepto no puede entenderse completamente sin abordar un término clave que está intrínsecamente ligado a él: el poder. Pero, ¿qué es el poder realmente? ¿Cómo se manifiesta en nuestras vidas y cuál es su relación con la política?

En este artículo, vamos a profundizar en qué es el poder, su definición, tipos y cómo se ejerce en distintos ámbitos, desde la política hasta la vida cotidiana. Comprender este concepto es fundamental para analizar las dinámicas de autoridad, influencia y control en nuestra sociedad. Si quieres conocer cómo el poder estructura nuestras relaciones y el funcionamiento de los sistemas políticos, sigue leyendo para descubrirlo en detalle.

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Una definición controvertida del poder y política

El poder se puede definir como la capacidad que tiene una persona o institución para imponer su voluntad sobre otros. Este concepto es amplio y se manifiesta de diversas formas en las relaciones humanas y sociales. Steven Lukes, en su obra «El poder: un enfoque radical» (1975), propone una visión tridimensional del poder, donde el mismo se ve no solo como la capacidad de decisión y coerción directa, sino también como la capacidad de influir en los deseos y creencias de las personas de manera que acepten su subordinación como algo natural (pp. 1-3). El enfoque tridimensional se divide en tres aspectos que han influido en el debate académico de la subdisciplina.

En primer lugar, la visión unidimensional se ha desarrollado por los teóricos “conductistas” o “behavioristas”, en un momento en el que había una clara influencia de las ciencias naturales sobre el desarrollo de las ciencias sociales. Para estos teóricos, la evidencia de lo observable y medible era lo único capaz de producir ciencia. El principal aporte para este enfoque es Robert Dahl, en su libro «Who goberns?» (1961). Las críticas de Bachrach y Baratz, componen la visión bidimensional y, en tercer y último lugar, Steven Lukes incluye un tercer enfoque que a continuación pasaremos a profundizar.

Los 3 enfoques dimensionales del poder

La primera dimensión del poder se refiere al poder observable en la toma de decisiones, donde un actor A tiene poder sobre un actor B cuando A logra que B haga algo que de otro modo no haría. Esta perspectiva, influenciada por autores como Max Weber, se centra en el comportamiento concreto y observable en situaciones de conflicto abierto (Lukes, 1975: p. 4).

La segunda dimensión del poder, desarrollada por autores como Bachrach y Baratz, introduce el concepto de la no-decisión, donde el poder se ejerce al mantener ciertos temas fuera del ámbito de la decisión pública. Este enfoque sugiere que el poder no solo se manifiesta en la capacidad de hacer decisiones, sino también en la capacidad de evitar que ciertos temas sean discutidos (pp. 6-7).

La tercera dimensión del poder, la más radical según Lukes (pp. 8-10), aborda cómo el poder puede moldear y determinar los deseos y creencias de las personas de tal manera que acepten el status quo sin cuestionarlo. Esta forma de poder es la más insidiosa, ya que se ejerce de manera sutil y a menudo invisible, asegurando que la dominación se perpetúe sin resistencia aparente.

Poder Unidimensional

Este enfoque se centra en el poder como un recurso que puede ser poseído y utilizado por individuos o grupos para lograr objetivos específicos. En este contexto, el poder se observa en situaciones de conflicto donde una parte impone su voluntad sobre otra. Autores como Robert Dahl han defendido esta perspectiva, argumentando que el poder se mide mejor observando quién prevalece en la toma de decisiones.

Poder Bidimensional

Bachrach y Baratz introdujeron la noción de la no-decisión, donde el poder se ejerce al mantener ciertos temas fuera de la agenda política. Este enfoque bidimensional considera tanto las decisiones que se toman como las que se evitan, proporcionando una visión más amplia de cómo los actores políticos pueden controlar el proceso de toma de decisiones para favorecer sus intereses.

Poder Tridimensional

La perspectiva tridimensional de Lukes va más allá de las decisiones observables y las no-decisiones, sugiriendo que el poder también se ejerce a través de la influencia sobre las creencias y deseos de las personas. Este enfoque destaca cómo las estructuras de poder pueden moldear la percepción de la realidad y hacer que las personas acepten su subordinación como algo natural e inevitable. Este tipo de poder es menos visible pero más profundo y efectivo en la perpetuación de la dominación.

Debilidades y Fortalezas de los Enfoques Dimensionales del poder

Enfoque Unidimensional

  • Claridad y Simplicidad: El enfoque unidimensional es claro y fácil de entender, ya que se centra en la observación directa del conflicto y la toma de decisiones.
  • Medibilidad: Este enfoque permite medir el poder de manera objetiva mediante el análisis de quién gana y quién pierde en las decisiones políticas.
  • Limitación a Conflictos Observables: Este enfoque se limita a los conflictos visibles y observables, ignorando los aspectos más sutiles y encubiertos del poder.
  • Reduccionismo: Al centrarse únicamente en la toma de decisiones, este enfoque puede simplificar excesivamente las dinámicas de poder, pasando por alto las influencias estructurales y culturales.

Enfoque Bidimensional

  • Inclusión de la No-Decisión: Este enfoque amplia la comprensión del poder al considerar cómo los actores pueden influir en la agenda política mediante la exclusión de ciertos temas.
  • Profundidad Analítica: Proporciona una visión más profunda de las tácticas utilizadas para mantener el control y evitar el cambio.
  • Dificultad de Medición: La naturaleza encubierta de la no-decisión hace que sea más difícil de observar y medir de manera empírica.
  • Ambigüedad: Puede ser difícil determinar cuándo una no-decisión es un acto deliberado de poder y cuándo es simplemente una falta de atención o interés.

Enfoque Tridimensional

  • Profundidad Conceptual: Este enfoque ofrece la comprensión más profunda de cómo el poder puede influir en las creencias y deseos de las personas, moldeando sus percepciones de la realidad.
  • Inclusión de Factores Culturales: Reconoce el papel de las ideologías y las estructuras culturales en la perpetuación del poder.
  • Complejidad y Abstracción: Este enfoque es el más complejo y abstracto, lo que puede dificultar su aplicación práctica y su medición empírica.
  • Subjetividad: La influencia sobre las creencias y deseos es difícil de observar y medir de manera objetiva, lo que puede llevar a interpretaciones subjetivas y debatibles.

El Poder como la expresión del control de la Agenda

Steven Lukes (1975: 46-72) en su obra profundiza en cómo el poder puede ejercerse a través del control de la agenda, es decir, determinando qué temas son discutidos y cuáles no lo son. Este concepto es crucial para entender cómo ciertas élites o grupos de interés pueden mantener su dominio al evitar que ciertos problemas se conviertan en objetos de debate público.

Lukes explica que el poder de agenda se manifiesta en la capacidad de los actores políticos para decidir qué temas se consideran dignos de atención y cuáles se marginan. Este poder es especialmente evidente en contextos donde los medios de comunicación juegan un papel central en la formación de la opinión pública. Al controlar la agenda, los actores con poder pueden evitar que ciertos problemas que podrían desafiar su autoridad sean discutidos o incluso reconocidos como problemas. Esto no solo silencia a la oposición, sino que también moldea la percepción pública de la realidad política y social (pp. 48-51).

Un ejemplo claro de control de la agenda es la forma en que los gobiernos autoritarios manejan la información. Al restringir la libertad de prensa y censurar temas delicados, pueden mantener a la población desinformada y evitar movilizaciones sociales. Hay ejemplos claros en la censura de aplicaciones y una prensa muy localizada y controlada en China. También se ven claros indicios de propaganda gubernamental, control de los mecanismos democráticos de elecciones y fagocitación de la separación de poderes en Venezuela, todo en pos de mantener al chavismo con la suficiente legitimidad.

Sin embargo, el control de la agenda no es exclusivo de los regímenes autoritarios; también se observa en democracias donde los grupos de poder económico pueden influir en los medios de comunicación para minimizar la cobertura de temas que podrían perjudicar sus intereses

El Poder Invisible

El poder invisible, según Lukes, se refiere a la capacidad de los actores poderosos para influir en las creencias y deseos de las personas de manera que acepten su posición subordinada como algo natural. Esta forma de poder es la más insidiosa porque opera de manera sutil y a menudo imperceptible, moldeando la conciencia y los valores de los individuos sin que estos sean conscientes de la manipulación.

El poder invisible se ejerce a través de diversos mecanismos, como la educación, la propaganda y las normas culturales. Por ejemplo, los sistemas educativos pueden inculcar valores y creencias que refuercen el status quo, haciendo que los individuos internalicen su posición en la estructura social. Del mismo modo, la propaganda política puede manipular la información para presentar la dominación como algo legítimo y natural

Lukes destaca que esta forma de poder es especialmente efectiva porque no requiere de coerción directa; en cambio, se basa en la persuasión y la manipulación psicológica. Las personas actúan de acuerdo con los deseos de los actores poderosos porque creen que esos deseos son propios y legítimos. Este tipo de poder es difícil de desafiar porque está profundamente arraigado en la estructura cognitiva y emocional de los individuos (pp. 73-100).

Otros ejemplos del ejercicio del poder

Uno de los ejemplos más destacados es el caso de las políticas de segregación racial en Estados Unidos durante las décadas de 1950 y 1960. Durante este período, el poder se manifestó de varias maneras: desde la represión directa de los movimientos por los derechos civiles (primera dimensión), pasando por la exclusión de ciertos temas de la agenda política como las reformas educativas para la integración racial (segunda dimensión), hasta la internalización de la inferioridad racial por parte de las comunidades afroamericanas debido a décadas de propaganda y discriminación institucionalizada (tercera dimensión) (pp. 101-130).

Este ejemplo ilustra cómo el poder puede operar simultáneamente en múltiples dimensiones, reforzando las estructuras de dominación de manera compleja y a menudo encubierta. La comprensión de estas dinámicas es crucial para el análisis político y para el diseño de estrategias que promuevan la justicia y la igualdad (Lukes, 1975, pp. 121-130).

Referencias

Lukes, S. (1975). El poder: un enfoque radical. Madrid: Siglo XXI.

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Santi Hernandez

Politólogo y divulgador científico. Creador de Política (con)ciencia

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