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Guía Completa sobre los Tipos de Democracia y sus Modelos

los tipos de democracia tienen su primera expresión en Atenas

Entender los diferentes tipos de democracia es una manera introductoria que nos ofrece herramientas para analizar cómo funcionan los sistemas políticos en el mundo y para evaluar su calidad. La democracia, aunque es un ideal universalmente aclamado, no es un concepto monolítico. En la práctica, se manifiesta en una rica variedad de formas institucionales y filosóficas. La ciencia política ha dedicado grandes esfuerzos a clasificar estos modelos de democracia, cuyos tres de los pensadores más influyentes en este campo han sido Robert Dahl, Arend Lijphart y David Held.

¿Qué otorga legitimidad a un sistema de gobierno? La democracia ha sido considerada durante siglos como la forma de gobierno más legítima porque se basa en la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones. La noción de legitimidad democrática reside en el consentimiento de los gobernados, lo que significa que el poder no se impone, sino que se ejerce en nombre de los ciudadanos y con su aprobación (Held, 1987, pp. 267-270).

Este artículo ofrece una guía introductoria sobre las principales corrientes que y tipologías para clasificar los tipos de democracia. Exploraremos las aproximaciones teóricas de Dahl, Lijphart y Held, desglosando sus clasificaciones y los criterios que utilizan. Además, analizaremos las formas de gobierno —parlamentarismo, presidencialismo y semipresidencialismo— como estructuras institucionales clave. El objetivo es proporcionar un mapa claro para navegar la complejidad de los tipos de democracia y sus modelos.



Tipos de democracia

La clasificación de los tipos de democracia puede abordarse desde diferentes aproximaciones teóricas. Algunos teóricos se centran en las instituciones empíricamente observables, otros en los fines normativos que persiguen, y otros en su evolución histórica. A continuación, se presentan las aproximaciones de tres autores clave que han definido el debate contemporáneo.

La aproximación de Robert Dahl

Robert Dahl, uno de los teóricos de la democracia más importantes del siglo XX, abordó la clasificación de los tipos de democracia desde una perspectiva empírica y descriptiva. Consciente de la brecha entre el ideal democrático y la realidad, Dahl propuso el concepto de poliarquía para referirse a las democracias del mundo real. Para él, la democracia es un ideal teórico, mientras que la poliarquía es su manifestación práctica e imperfecta.

Dahl (1989) sostiene que los regímenes poliárquicos se definen por la presencia de dos dimensiones fundamentales:

  • Contestación pública: Se refiere al grado en que los ciudadanos pueden oponerse al gobierno y competir por los cargos públicos. Implica la existencia de elecciones libres y justas, libertad de expresión y de asociación.
  • Inclusión: Se refiere a la proporción de la población que tiene derecho a participar en esa contestación pública, es decir, el alcance del sufragio.

A partir de estas dos dimensiones, Dahl crea una tipología de regímenes políticos. Los cuatro modelos de regímenes políticos surgen de la combinación de dos dimensiones: el grado de contestación pública (competencia y oposición) y el grado de inclusión (participación o sufragio).

  • Poliarquías: Son los regímenes con altos niveles de contestación e inclusión. En la práctica, son lo que consideramos las democracias reales. Permiten una amplia competencia política y la participación de la gran mayoría de la población adulta.
  • Oligarquías competitivas: Tienen alta contestación pero baja inclusión. En estos sistemas, existe competencia entre diferentes élites o facciones políticas, pero solo una pequeña parte de la población (por ejemplo, los varones propietarios) tiene derecho a participar. Un ejemplo histórico sería el Reino Unido del siglo XIX.
  • Hegemonías inclusivas: Se caracterizan por tener baja contestación pero alta inclusión. La mayoría de la población puede participar (por ejemplo, votar), pero no existe una competencia real, ya que un único partido o líder (un poder hegemónico) controla el proceso y no hay una oposición viable. Las elecciones en la antigua Unión Soviética son un ejemplo.
  • Hegemonías cerradas: Son los regímenes con bajos niveles tanto de contestación como de inclusión. Representan la forma más autoritaria, donde no hay competencia política y la participación está restringida a una élite muy pequeña.

La aproximación de Dahl nos proporciona un conjunto de criterios institucionales mínimos para determinar si un país puede ser considerado una democracia en la práctica.

La aproximación de Arend Lijphart

Arend Lijphart (2000) propone una de las clasificaciones más influyentes de los modelos de democracia, centrada en cómo los sistemas políticos gestionan las divisiones sociales. Su tipología distingue dos modelos polares:

  1. Democracia Mayoritaria (Modelo Westminster): En este modelo, el poder se concentra en manos de la mayoría. El partido o coalición que gana las elecciones gobierna, mientras que la minoría pasa a la oposición. Sus instituciones están diseñadas para crear gobiernos fuertes y eficientes, capaces de tomar decisiones claras. Las características típicas incluyen el bipartidismo, un sistema electoral mayoritario y un gobierno centralizado. El Reino Unido es el arquetipo de este modelo.
  2. Democracia de Consenso: Este modelo, en contraste, busca dispersar el poder e incluir al mayor número posible de actores en la toma de decisiones. Es típico de sociedades plurales o divididas (por razones lingüísticas, religiosas o étnicas). Sus instituciones fomentan los gobiernos de gran coalición, la representación proporcional, el federalismo y el poder de veto para las minorías. Suiza y Bélgica son ejemplos paradigmáticos.

La tipología de Lijphart (2000) no solo describe diferentes arreglos institucionales, sino que también evalúa su desempeño, concluyendo que las democracias de consenso tienden a ser «más amables y gentiles», con mejores resultados en indicadores de calidad democrática y bienestar social.

La aproximación de David Held

David Held (1987) aborda los tipos de democracia desde una perspectiva histórica y filosófica. En su obra no busca crear una tipología de regímenes existentes, sino trazar la evolución histórica de los diferentes ideales democráticos. Su análisis muestra cómo ha cambiado la respuesta a la pregunta qué es la democracia a lo largo del tiempo.

Held identifica y analiza una serie de modelos, entre los que destacan:

  • Democracia Clásica (Atenas): Basada en la participación directa de los ciudadanos en la asamblea.
  • Democracia Protectora: Un modelo liberal temprano cuya principal función es proteger a los ciudadanos de la tiranía del Estado.
  • Democracia Desarrollista: Concibe la participación política como un medio para el desarrollo moral y cívico de los ciudadanos.
  • Democracia Directa (Marxista): Aspira a la abolición del Estado y a la autogestión de la sociedad.
  • Modelos Contemporáneos: Incluye el elitismo competitivo, el pluralismo y la democracia participativa.

El enfoque de Held (1987) revela que los diferentes tipos de democracia no son solo conjuntos de instituciones, sino que encarnan visiones distintas sobre la naturaleza humana, la libertad y los fines de la vida política.

AutorTipos de DemocraciaAproximación TeóricaVentajasLimitaciones
Robert DahlPoliarquía (vs. hegemonías y oligarquías competitivas).Empírica y descriptiva. Se centra en las instituciones mínimas necesarias para la democracia en la práctica (contestación e inclusión).Proporciona criterios claros y medibles para clasificar los regímenes. Es una herramienta básica para la política comparada.Se le critica por ser una visión «minimalista» de la democracia, que no presta suficiente atención a la calidad de la participación o a la igualdad sustantiva.
Arend LijphartMayoritaria (Westminster) vs. De Consenso.Institucionalista y comparativa. Analiza cómo diferentes conjuntos de instituciones (sistema electoral, forma de gobierno, etc.) gestionan el conflicto social.Ofrece una explicación poderosa de por qué democracias estables tienen configuraciones institucionales tan diferentes. Vincula el diseño institucional con resultados políticos concretos.Su clasificación en dos modelos polares puede simplificar en exceso la realidad de muchos países que combinan características de ambos modelos de democracia.
David HeldModelos históricos (Clásica, Protectora, Desarrollista, etc.).Histórica y normativa. Traza la evolución de los ideales democráticos a lo largo de la historia del pensamiento político.Muestra la riqueza y diversidad del pensamiento democrático, revelando que no hay una única «teoría» de la democracia, sino un debate continuo sobre sus fines y valores.Su enfoque es más filosófico que empírico. No ofrece una herramienta directa para clasificar los regímenes actuales, sino para entender sus fundamentos ideológicos.
Fuente: Elaboración propia

El parlamentarismo, presidencialismo y semipresidencialismo

Dentro de los grandes tipos de democracia, Vallès (2015) desarrolla la idea de que los sistemas políticos se organizan a través de diferentes formas de gobierno que definen la relación entre el poder ejecutivo y el poder legislativo. Las tres principales son:

  • Parlamentarismo: El gobierno (poder ejecutivo) emana del parlamento (poder legislativo) y es responsable ante él. El jefe de gobierno (primer ministro) es normalmente el líder del partido o coalición mayoritaria en el parlamento y puede ser destituido por este mediante una moción de censura. Es el sistema típico de la mayoría de los países europeos.
  • Presidencialismo: El jefe del ejecutivo (presidente) es elegido directamente por los ciudadanos y no depende de la confianza del parlamento. Existe una estricta separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo. Estados Unidos es el ejemplo arquetípico.
  • Semipresidencialismo: Es un modelo híbrido que combina un presidente elegido por sufragio universal con un primer ministro que depende de la confianza del parlamento. El poder ejecutivo es dual y compartido entre el presidente y el primer ministro. Francia es el caso más conocido.

Estas formas de gobierno no son tipos de democracia en sí mismas, sino los armazones institucionales a través de los cuales los modelos de democracia (mayoritaria, de consenso, etc.) operan en la práctica.

Como hemos visto, existen múltiples tipos de democracia y diversos modelos de democracia para analizarlos. La ciencia política proporciona diversos marcos teóricos para entender esta diversidad y complejidad.

La aproximación de Robert Dahl nos enseña a ser realistas, distinguiendo el ideal de la práctica y dándonos criterios para identificar las democracias existentes (poliarquías). Arend Lijphart nos muestra que no hay un único modelo institucional «mejor», sino que diferentes configuraciones (mayoritaria o de consenso) responden a diferentes contextos sociales. Finalmente, David Held nos recuerda que detrás de cada modelo hay una rica historia de pensamiento político que debate sobre los fines últimos de la vida en común.

Esta tipología nos permite ir más allá de las etiquetas y analizar con mayor profundidad cómo se distribuye y se ejerce el poder, y cuáles son las fortalezas y debilidades de los sistemas políticos que llamamos, con razón y a veces sin ella, democráticos.


FAQ (Preguntas Frecuentes)

1. ¿Cuál es la diferencia entre democracia y poliarquía?

Según Robert Dahl, la democracia es un ideal teórico de gobierno del pueblo. La poliarquía es su manifestación en el mundo real, un sistema con elecciones competitivas y participación amplia, pero que no alcanza la perfección del ideal.

2. ¿Qué tipo de democracia es mejor, la mayoritaria o la de consenso?

Arend Lijphart argumenta que depende del tipo de sociedad. El modelo mayoritario puede ser eficiente en sociedades homogéneas, pero el modelo de consenso es más adecuado para sociedades divididas, ya que promueve la inclusión y la estabilidad. En general, Lijphart concluye que las democracias de consenso tienen un mejor desempeño en indicadores de calidad democrática.

3. ¿La democracia directa es un tipo de democracia viable hoy en día?

La democracia directa al estilo ateniense (participación de todos los ciudadanos en una asamblea) no es viable en los grandes estados-nación modernos. Sin embargo, existen mecanismos de democracia directa, como los referendos, que se utilizan dentro de las democracias representativas.

4. ¿El presidencialismo es más o menos democrático que el parlamentarismo?

Ninguno es intrínsecamente más democrático. Son simplemente diferentes formas de organizar la relación entre el ejecutivo y el legislativo. Ambos sistemas pueden ser plenamente democráticos si cumplen con los requisitos de la poliarquía (elecciones libres, libertades, etc.).


Referencias

  • Dahl, R. A. (1989). La democracia y sus críticos. Paidós.
  • Held, D. (1987). Modelos de democracia. Alianza Editorial.
  • Lijphart, A. (2000). Modelos de democracia. Formas de gobierno y resultados en treinta y seis países. Ariel.
  • Vallès, J. M. (2015). Ciencia Política. Una Introducción. Ariel.

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Santi Hernandez

Politólogo y divulgador científico. Creador de Política (con)ciencia

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