Las misiones Artemis: de vuelta al pasado, para el futuro

Mision Artemis. Lanzamiento espacial

14 de diciembre de 1972. Es difícil imaginar que esa fecha le resulte familiar – o, de algún modo, especial – al lector. De hecho, quien está escribiendo este artículo ignoraba hasta hace poco que algo de notable relevancia hubiese ocurrido ese día. Sin embargo, ocurrió: la expedición del programa espacial Apolo 17 mandaba seres humanos a la Luna por cuarta y, hasta día de hoy, última vez

       ¿Qué fue lo que hizo que, en las últimas décadas, no se le haya dado tanta importancia a un proyecto que – tanto en substancia como en apariencia – prometía ser el comienzo de una serie de innovaciones progresivas que le permitirían al ser humano estar cada vez más cerca de objetivos que, aún hoy, parecen ciencia ficción? Esta pregunta se contesta de forma casi completa haciendo referencia a la guerra fría.

La carrera espacial y la NASA

La llegada del hombre a la Luna no fue una expedición de carácter exclusivamente científico, sino principalmente militar – tanto EE. UU. como la URSS invertían gran parte de su capital en intentar demostrar el uno al otro su superioridad en todos los ámbitos. El hecho de disponer de la tecnología necesaria como para visitar nuestro satélite, infiere una realidad: si se puede mandar un cohete a la Luna, se puede mandar otro a Moscú, solo que para el caso se usaría uranio enriquecido como tripulación.

       Llevar a cabo empresas de tal magnitud, requería una inmensa inyección de recursos destinada a los responsables de que se hiciese realidad, i.e. la NASA. Al no ser necesaria ya dicha demostración de poderío, el presupuesto de la NASA se vio considerablemente reducido, ya que “entonces había un condicionante político, la competición de superpotencias que no existe ahora.” (Infobae, septiembre 2023).

Las misiones Artemis

Por fortuna, el ser humano no es tan solo un primate de instinto beligerante y agresivo, sino que también le mueve la curiosidad, lo desconocido, lo novedoso – en otras palabras: el saber. Es por ello por lo que la misión Artemis lleva varios años desarrollando y planificando nuestro regreso a la bella Selene – habiendo sido ya completada en diciembre del 2022 la primera de sus etapas, Artemis I. Se usó control remoto para que Orion – así se llama la cápsula encargada de transportar a los astronautas – realizase un viaje de reconocimiento alrededor de la Luna. Esta aprovechó el impulso proporcionado por el campo gravitatorio del satélite para completar el viaje de vuelta, también llamado slingshot effect (efecto tirachinas). De esta forma se consigue un ahorro de combustible considerable, ya que tan solo se utilizan los propulsores del vehículo para abandonar la órbita lunar – la inercia de la velocidad alcanzada en caída libre (órbita) proporcional a la masa de la nave, garantizó una manera económica a la hora de encaminar a Orion de vuelta a la Tierra. (ESA, diciembre 2022).

       Artemis II será la última prueba – en la que se realizará un viaje similar al de Artemis I, solo que en esta ocasión el viaje estará tripulado – antes poner en marcha la misión en la que se pretende volver a poner al ser humano en la Luna: Artemis III. En este caso el despegue de Orion está previsto para 2026, después del cual la cápsula entrará en una órbita específicamente seleccionada llamada NRHO – Near-Rectilinear Halo Orbit – la cual permitirá una “comunicación constante con la Tierra y acceso a diversas localizaciones alrededor de la Luna” (NASA, 23 de enero 2023). Allí, Orion se reunirá con un depósito de almacenamiento y un Starship con sistema de aterrizaje humano enviados previamente, con los que se acoplará y, al fin, el trayecto de 6 días y medio hacia la Luna dará comienzo.

La expedición espacial

       El lugar exacto escogido para el alunizaje se desconoce, pero si se sabe que será en alguna zona del polo sur con un radio de 100 metros de margen. Una vez allí, se recogerán muestras para luego ser analizadas y estudiadas en el Starship. Se tiene especial interés en el polo sur debido a su temperatura extremadamente baja; si bien esto no ofrece un ambiente del todo acogedor para los astronautas, es una zona en la que se pueden encontrar volátiles congelados, de los cuales es posible extraer hidrógeno pesado (Deuterio) que podría obtener la condición de combustible en futuras expediciones (Morton, 2019). Quién sabe, quizá la intención sea hacer de la Luna una estación de servicio espacial – la primera en nuestro viaje hacia las estrellas.

«Y así viajé, parando de vez en cuando, con grandes zancadas de mil años o más, atraído por el misterioso destino de la Tierra».


“So I travelled, stopping ever now and again, in great strides of a thousand years or more, drawn on by the mystery of the earth´s fate”

H.G. Wells

Referencias

ESA (s.f). Artemis I. European Space Agency. Disponible en ESA

Fernández, M. (2023, 4 de septiembre). Por qué el hombre nunca volvió a la Luna (pese a que hubo 50 misiones lunares más). Infobae. Disponible en Infobae

Morton, O. (2019) The Moon, A History for the Future. London: The Economist, Profile Books Ltd.

Mothon, L. (2021, 1 de octubre). El cohete sistema de lanzamiento espacial (SLS) de la NASA. National Aeronautics and Space Administration. Disponible en NASA

Wells, H.G. (1895) The Time Machine. London: Alma Books Ltd.

Williams, C. (2023, 13 de enero). Artemis III: NASA´s first human mission to the lunar south pole. National Aeronautics and Space Administration. Disponible en NASA

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